Plantas tóxicas para perros

Plantas tóxicas para perros

Si bien los perros son de naturaleza carnívora, a diferencia de los gatos son capaces de consumir algunos productos vegetales y al igual que estos, consumen también hierbas con fines de ayudar a su sistema digestivo y combatir parásitos. Sin embargo, no todas las plantas son saludables o al menos inocuas para tu adorada mascota, las hay tóxicas. Estas plantas tóxicas pueden causar desde leves congestiones hasta incluso la muerte del perro.

Así que conviene conocer cuáles son las plantas tóxicas para perros, a fin de evitar que nuestra mascota tenga acceso a ellas. Sin duda el instinto del animal le da una orientación básica para evitar aquellas plantas que pueden causarle daño, pero esos mecanismos instintivos no son infalibles, ni mucho menos, sobre todo cuando se trata de perros jóvenes e impulsivos.

De igual forma, conviene conocer cómo mantener alejado a tu perro de las plantas a fin de evitar que llegue a consumir alguna con componentes tóxicos. Así como también es importante conocer los síntomas que manifestará el perro en caso de envenenamiento por el consumo de plantas tóxicas, de manera de poder actuar adecuadamente.

Listado de plantas venenosas para perros

Existen grandes grupos de plantas y familias enteras cuyos integrantes en general son tóxicos tanto para tu perro como para las personas. Tal es el caso de todas aquellas plantas que contienen látex, es decir una sustancia generalmente lechosa, aunque puede ser acuosa, que circula por su sistema vascular y que aflora al cortar una hoja o cualquier otra parte de la planta.

Estas sustancias contienen alcaloides que causan casos graves de envenenamiento. Otras plantas contienen cristales microscópicos en sus hojas y las hay con aceites tóxicos u otras sustancias directamente venenosas, desarrolladas para proteger a la planta de ser consumida.

Plantas con látex

Familias como las euforbiáceas, a la cual pertenece la Flor de Pascua o Planta de Navidad (Euphorbia pulcherrima), tradicional en la época decembrina, tienen látex. Este látex contiene diversas sustancias tóxicas, entre ellas la euforbina, muy irritante.

Flor de Pascua

El Ricino (Ricinus communis), también pertenece a esta familia y adicionalmente sus frutos y semillas contienen ricina, una fitotoxina con actividad citotóxica, es decir que causa muerte celular.

Ricino

Así como también tiene látex la Adelfa (Nerium oleander) y todas las apocináceas, familia a la que pertenece esta especie. Su látex es rico en heterósidos cardiotónicos, especialmente la oleandrina, así como el neriosido, un glucósido cardíaco, sustancias que alteran el ritmo cardiaco.

Adelfa

Plantas con cristales microscópicos

Las especies de aráceas contienen cristales de oxalato de calcio en sus hojas, los cuales son paquetes de agujas microscópicas. Si se mastica la hoja las células se rompen y las agujas penetran en el organismo, se encajan en la garganta y otros órganos, produciendo dolor e inflamación. En este grupo están plantas ornamentales de interiores y exteriores como la Dieffenbachia (Dieffenbachia spp.)

Dieffenbachia

Las especies de Filodendron (Philodendron spp.), muy utilizadas también como plantas de interiores y exteriores, son igualmente aráceas ricas en cristales de oxalato de calcio.

Filodendron

Plantas con toxinas

Azaleas (Rhododendron spp.)

Son plantas muy utilizadas como ornamentales, tanto en interiores como en exteriores. Todas las especies del género, y muchas otras de la familia de las ericáceas, contienen un grupo de poderosas toxinas, las grayanotoxinas.

Azaleas

Palmera sagú o cica (Cycas revoluta)

Es una planta asiática muy apreciada como planta de jardín. No es una palmera realmente, pertenece a la familia de las cicadáceas y contiene glucósidos cianogénicos, por lo que es venenosa. Sin embargo, el riesgo de que el perro la consuma se restringe a las primeras etapas de crecimiento de la planta, ya que posteriormente desarrolla un alto tallo y las hojas se presentan en el ápice a una altura prudente.

Palmera sagú o cica

Lirios y azucenas (Lilium spp.)

Plantas ornamentales por excelencia dada su facilidad de cultivo y la gran belleza de sus flores y estilizadas hojas. Sin embargo, también contienen toxinas, tales como la irisina, los terpenoides y las quininas. Afortunadamente, sus efectos tóxicos no llegan a ser mortales para los perros, aunque si tienen efectos más graves en gatos.

Lirio

Narcisos (Narcissus spp.)

Estas otras plantas apreciadas por sus flores, contienen alcaloides como la licorina y la galantamina, que son tóxicos para tu mascota, en caso de que ingiera alguna parte de la planta. Aunque la mayor proporción de las toxinas está en los bulbos, que están enterrados en el suelo. Si el perro no escarba y los extrae no representan un problema.

Narciso

Tulipanes (Tulipa spp.)

Son plantas ornamentales por excelencia, ampliamente utilizadas en diseños de jardinería por sus hermosas flores en variedad de colores. Sin embargo, toda la planta contiene alcaloides y glucósidos tóxicos. Al igual que en el caso de los narcisos, las mayores concentraciones están en las partes subterráneas, pero también se encuentran en las hojas y flores.

Tulipanes

Hortensias (Hydrangea spp)

Con sus magníficos ramilletes de flores en variados tonos, son plantas muy versátiles en diseños de jardines. Al mismo tiempo sus hojas y flores son de moderada a alta toxicidad para los perros, al ser ricas en saponinas, resinas, proteasas, ácidos oxálicos y glucósidos cianogénicos. Esta última sustancia es la más grave y dependiendo de la cantidad de planta ingerida y si es capaz de llegar a metabolizarse, puede producir la muerte.

Hortensias

Acebo (Ilex aquifolium)

Un hermoso arbusto o pequeño arbolito con muchas asociaciones míticas y navideñas, que tiene hojas y atractivos frutos rojos que causarán toxicidad si son ingeridas por tu mascota. Al contener ilicina, gomas y otras sustancias, pueden causar diarreas, vómitos y somnolencia.

Acebo

Ave del Paraiso (Strelitzia reginae)

Al igual que sus parientes cercanos del género Heliconia, son plantas de gran belleza y por tanto muy empleadas en jardinería. Sin embargo, también tienen altos contenidos de sustancias como las proantocianidinas, el kampferol, la cianidina y la quercetina, que en caso de ser ingeridas, son tóxicas para tu perro.

Ave del Paraíso

Hiedra (Hedera helix)

Esa espléndida planta trepadora, ideal para cubrir muros con su perenne verde, perteneciente a las araliáceas, es tóxica para los perros y humanos, aunque no para ciertas aves e insectos. Son tóxicos sus frutos y hojas, por la presencia de urushiol. Es muy tóxica su ingestión y ocasionalmente tóxica por contacto.

Hiedra

Síntomas de intoxicación en perros por plantas

Los síntomas que puede manifestar tu perro al intoxicarse por el consumo de alguna planta dependerán de diversos factores. En primer lugar del agente tóxico que contiene la planta, ya que los hay que solo causan trastornos digestivos, que son los más comunes, al igual que dermatitis por contacto o por ingestión de la planta, pero también pueden llegar a provocar síntomas neurológicos e incluso fallas renales.

Luego, también depende de la cantidad ingerida y del tamaño o masa corporal del perro, ya que no es lo mismo consumir una pequeña cantidad y encima ser un perro de 81 kg, como por ejemplo un mastín del Pirineo, que consumir grandes cantidades de la planta siendo un pequeño chihuahua.

Trastorno digestivos

Estos son los trastornos más comunes en la intoxicación por consumo de plantas, siendo que generalmente no pasan de leves trastornos digestivos, como diarrea y vómito. En otros casos se manifiesta salivación excesiva, diarrea intensa y dolor abdominal. Pueden incluso formarse ampollas en el sistema digestivo, tanto en la boca y garganta como en estómago e intestinos.

Por ejemplo, el consumo de ricino puede provocar en el perro hemorragia intestinal, diarrea, vómitos, dolor abdominal, deshidratación e hipotensión, e incluso la muerte. Igualmente la hortensia produce cólicos, vómitos y dolor abdominal, siendo raros los casos graves.

Trastornos neurológicos

Aquí se presentan problemas motores, como la falta de coordinación, insensibilidad, hasta incluso parálisis. Por ejemplo, el consumo de azalea (grayanotoxinas), provocará síntomas tanto digestivos como neurológicos, entre estos últimos el adormecimiento e insensibilidad, hasta llegar a la fatiga crónica, siendo incapaz de realizar cualquier actividad.

De igual forma, la licorina de los narcisos puede llegar a causar, además de síntomas digestivos, convulsiones. También puede haber síntomas neurológicos en casos de intoxicación por hortensias.

Trastornos cardiológicos

Pueden ocurrir arritmias, alteraciones de la presión arterial, hasta el paro cardiaco. Esto es causado especialmente por plantas ricas en glucósidos cardiotónicos como la adelfa y las hortensias.

Trastornos respiratorios

Entre los efectos de intoxicaciones agudas está la dificultad respiratoria, la cual puede llegar a paro respiratorio y causar la muerte. En estos casos la inflamación de las vías respiratorias como respuesta del cuerpo a la toxina, bloquea la entrada de aire.

La hortensia, por ejemplo, si el perro llega a consumirla en grandes cantidades y son metabolizados sus glucósidos cianogénicos antes del tratamiento adecuado, puede provocar paro respiratorio.

Trastornos dermatológicos

Estos pueden ser originados por la ingesta de la planta o simplemente por el contacto con sus exudados. Se generan ampollas, enrojecimiento en la piel, ojos o boca, así como inflamación. Un ejemplo de esto es el contacto con el látex de la Flor de Pascua. De igual forma el contacto con la hiedra puede causar dermatitis en algunos perros sensibles.

¿Qué hacer en caso de posible intoxicación?

Si se observa alguno de los síntomas mencionados, sobre todo en sus expresiones más graves, lo mejor es acudir lo antes posible a un centro veterinario. Si se sospecha que la sintomatología obedece a la ingestión de alguna planta y se tiene acceso a ella, es conveniente llevar una muestra o fotografía de la misma, para que el veterinario pueda orientar el tratamiento con mayor certeza.

En intoxicaciones leves y teniendo el conocimiento adecuado de la planta que la provocó, pueden aplicarse algunos tratamientos inmediatos. Entre ellos está suministrar al perro carbón activado, el cual absorbe ciertos tipos de toxinas, o inducir el vómito en otros casos.

Sin embargo, dado que las intoxicaciones por plantas venenosas pueden evolucionar rápidamente a graves, siendo entonces estos tratamientos insuficientes, lo mejor es acudir lo antes posible al veterinario, ya que el tiempo de reacción es vital para las posibilidades de supervivencia de tu mascota.

¿Cómo alejar a los perros de las plantas?

Para evitar enfrentarte a la grave situación de una intoxicación de tu adorada mascota por ingerir una planta tóxica, lo mejor es la prevención. Para ello, toma en cuenta que hay tres situaciones básicas en la que tu perro puede estar en contacto con las plantas, estas son: la existencia de plantas de interiores en casa, plantas del jardín o en sus paseos.

Plantas de interiores

Las plantas ornamentales dentro de casa, también llamadas plantas de interiores, son sin duda un elemento decorativo que tiene un positivo impacto en el ambiente del hogar. Sin embargo, puede haber un problema derivado de la posible interacción de las plantas y tu mascota. Tanto en el sentido del daño que puede infligirle el perro a la planta, como de la posibilidad de que la planta le cause daño al perro. Así que conviene tomar las previsiones adecuadas.

Lo primero es que, de ser posible, se debe evitar cultivar plantas de interiores que tengan propiedades tóxicas. Esto es válido tanto para el cuidado de tu mascota, como para evitar accidentes con niños pequeños, si los hay en el hogar. Por otra parte, es fundamental atender el entrenamiento del perrito, condicionándolo a mantenerse alejado de las plantas.

Luego, independientemente de la especie de planta que se tenga y del entrenamiento del perro, las plantas se deben colocar en lugares a los que el perro no tenga acceso. Adicionalmente, dado que no siempre es posible cumplir esto último, se puede recurrir al uso de repelentes químicos, es decir aplicar sustancias en el entorno de la planta que le son desagradables al perro.

Como bien sabes los perros tienen un olfato muchísimo más sensible que el nuestro y hay sustancias que les son desagradables. Claro está que no tiene sentido emplear sustancias de olores fuertes y desagradables para nosotros mismos.

Entre las sustancias que son desagradables para los perros, pero no para nosotros están los olores cítricos, el alcohol, los perfumes, lacas de uñas, el vinagre y productos de limpieza aromatizados en general. También se pueden adquirir en las tiendas de mascotas y de jardinería productos específicamente diseñados para repeler mascotas, evitando que se acerquen a tus plantas.

El jardín

Si nuestro perrito va a tener acceso permanente al jardín, lo más efectivo es evitar cultivar especies tóxicas en el mismo, ya que existirá siempre el riesgo del contacto del perro con alguna de ellas.

De igual forma, es prudente que los primeros contactos del perro con el jardín se realicen bajo tu vigilancia, a fin de que puedas corregir cualquier interés particular del perro por alguna planta que pueda ser problemática. Luego de varias salidas ya se habrá familiarizado y será menor el riesgo de que pueda tener curiosidad por alguna planta inconveniente.

Por otra parte, un perro adecuadamente atendido, alimentado, hidratado y al que se le provea el cariño necesario, tenderá a manifestar menos tendencias destructivas hacia las plantas. De igual forma contribuye el disponer de juguetes adecuados para que el perro se distraiga en sus salidas al jardín o al campo. En todo caso, si existe alguna planta potencialmente tóxica, no está de más mantenerla cercada en su base para evitar que el perro o incluso niños pequeños tengan acceso.

Otra estrategia es limitar el área ajardinada con una barrera de plantas aromáticas cuyo olor tienda a alejar al perro. Tal es el caso de la menta o hierba buena (Mentha spp.), la ruda (Ruta graveolens) o la Coleus Canina (Plectranthus caninus). También es factible emplear una barrera física utilizando pequeños cactus que impidan el acceso a las otras plantas.

Los paseos

Esta es la condición donde quizás tu mascota pueda correr más riesgos de ingerir alguna planta tóxica, ya que si lo dejas correr libremente en un parque o campo, siempre existirá la posibilidad de que entre en contacto con plantas tóxicas. Aquí la única recomendación viable es mantener la mayor vigilancia posible sobre el perro.

Sin embargo, no es cuestión de volverse paranoico, como te he ya mencionado, en la mayoría de los casos funciona el instinto animal. Además, casi todas las plantas tóxicas tienen mal sabor, lo cual hace desistir al perro si llegase a intentar probarlas.